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jueves, 22 de septiembre de 2011

Disfasia

CONCEPTO DE DISFASIA
La disfasia es la pérdida parcial del habla debida a una lesión cortical en las áreas específicas del lenguaje. Provocando un trastorno de lenguaje que surge como consecuencia.
Presenta dificultades principalmente en la adquisición del habla, esto debido a alteraciones en las estructuras a cargo de la percepción, integración y la conceptualización del lenguaje, de ahí que la disfasia pueda considerarse como un trastorno de la comprensión y la expresión, que se enmarca en un desarrollo evolutivo, teniendo en cuenta la secuencia de los procesos intervinientes en el desarrollo específico del lenguaje.
En general, en estos trastornos receptivo-expresivos del lenguaje, se pueden apreciar la importancia de los mismos, así como la dificultad en el análisis del procesamiento auditivo y sus modelos explicativos, en comparación con los interpretativos para lo visual.
Podremos hablar de disfasia, ante un niño con inteligencia normal, sin déficit auditivo y que presenta las dificultades antes de la integración del lenguaje; es decir, tiene problemas para adquirirlo.
Por tanto, un niño con disfasia no logra identificar, ordenar ni unir los fonemas para formar una palabra. Esto ocurre debido a las dificultades en su percepción, y en algunos casos también de comprensión.
EVOLUCIÓN TERMINOLÓGICA DEL CONCEPTO
A partir de los años 60, el término “Disfasia” empezó a sustituir al de “Afasia”. De acuerdo a la etimología de las palabras, la afasia señalaría la ausencia de lenguaje y la disfasia el trastorno más o menos grave de esta capacidad. Esta ultima foirma de denominar el trastorno especifico del lenguaje es la que ha permanecido hasta nuestro días.
Contemporánea a la aparición del término disfasia en el ámbito de francés y español, se dio una proliferación de denominaciones en la comunidad científica anglosajona: retraso de lenguaje, lenguaje desviado, trastorno del lenguaje, lenguaje retrasado, trastorno evolutivo del lenguaje, deterioro evolutivo del lenguaje, déficit específico del lenguaje y trastorno específico del lenguaje.
Ninguna de estas etiquetas es simplemente caprichosa. Cada una de ellas intenta poner de relieve el carácter que los diversos autores han considerado nuclear. Así, la palabra trastorno (disorder) hace referencia a una o unos procesos desviados respecto a su normal desarrollo. El término retraso o retrasado (delay/delayed) pone el acento en la dimensión temporal del desarrollo, considerando la dificultad del lenguaje como una cronopatía, pero manteniendo las mismas características que el desarrollo normal.
La diferencia entre retraso del lenguaje y disfasia tiene un fundamento pronóstico. Así, el retraso de lenguaje sería una patología transitoria, con escasa o nula repercusión sobre el aprendizaje del lenguaje escrito, siendo su núcleo sintomatológico el trastorno de la fonología con una afectación más o menos grave de la sintaxis, y el factor causal fisiopatológico especulado sería un retraso de maduración. En cambio, la disfasia sería una patología duradera, con una notable repercusión sobre el aprendizaje del lenguaje escrito, siendo su núcleo sintomatológico extenso (fonológico, semántico, morfosintáctico), con un origen estructural. Para evitar los estereotipos y las categorías de clasificación, se deben destacar las cualidades de las personas con discapacidad y favorecer así
una percepción positiva y realista de las potencialidades del sujeto, ya que de lo contrario se tiende a percibirlas básicamente en función de sus limitaciones, que son las más fáciles de detectar en un contexto cotidiano y socialmente enajenante, poco productivo para generar una cultura incluyente ante la diversidad.
LA DISFASIA EN CHILE
Durante muchos años en Chile, los especialistas desconocían el problema y sus diagnósticos eran absolutamente errados confundiendo a los niños disfásicos con aquellos con retraso mental o autismo. A esto se unían tratamientos con abuso de químicos y que mostraban dudosos resultados. Fueron justamente estas razones que llevaron a un grupo de padres de hijos con disfasia a unirse y crear una instancia de información y coordinación que dio como resultado el nacimiento de la Corporación "Yo puedo comunicarme". A través de esta iniciativa, se dieron cuenta que la disfasia no es sólo un problema neurológico que debe ser tratado con especialistas del área, sino que además deben concurrir otros profesionales como fonoaudiólogos, terapeutas educacionales y educadores diferenciales.
La Corporación “Yo Puedo Comunicarme”, es la primera institución encargada de entregar apoyo a personas con disfasia en nuestro país, nace el 24 de Junio del año 2004 y está formada por Padres y amigos de niños con disfasia.
Esta institución tiene como misión apoyar a niños y jóvenes disfásicos para que logren una efectiva rehabilitación, educación e inserción social, estableciendo un puente para que éstos tengan oportunidades sociales, educativas y laborales, orientándolos y brindándoles las herramientas necesarias que les permitan integrarse a la sociedad y logren ser personas autovalentes.
Por ser la disfasia un trastorno muy severo de gran complejidad que necesita de un largo tratamiento, es que, ésta organización tiene por objetivo principal colaborar en las tareas que sean necesarias para lograr que la mayor cantidad de niños y jóvenes con trastornos severos de la comunicación y lenguaje o disfasia.
Gracias a la adjudicación de un proyecto de 12 millones de pesos financiado por la Subsecretaría de Gobierno, la Corporación "Yo puedo comunicarme", se realizó el Primer Encuentro Nacional de Disfasia, que contó con el patrocinio de
la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, la cual reunió a 160 personas (120 del área de la salud y la educación y el resto padres de niños con disfasia) provenientes no sólo de Santiago sino también de otras ciudades como Iquique, Rancagua, Valdivia y Puerto Natales.
La Corporación a través de este encuentro nacional, permitió crear redes de apoyo para dar sustentabilidad al trabajo que se realiza en el país en favor de los niños y jóvenes con disfasia. Gracias a las exposiciones de distinguidos profesionales especializados en trastornos de comunicación y lenguaje se generó un importante espacio de reflexión y capacitación para los representantes de las agrupaciones presentes.
Este encuentro permitió congregar a especialistas de primer nivel destacando el Dr. Humberto Maturana, la Neuróloga Infantil, Dra. Maritza Carvajal, el Fonoaudiólogo de la Universidad de Chile especialista en Trastornos del Desarrollo, Miguel Higuera y la Terapeuta Ocupacional con experiencia en Terapia Sensorial, Claudia Colombo, entre otros profesionales. La inauguración del evento contó con la presencia del decano de la Facultad de Ciencias, Dr. Raúl Morales. Y entre las agrupaciones presentes cabe mencionar a "Yo también puedo comunicarme" de Valdivia, Agrupación PAICHI de Rancagua y APANDIA Agrupación de Padres de Adolescentes y Niños con disfasia y Autismo de Iquique.
Etiología.
El lenguaje posee una localización cortical bien conocida y vinculada al hemisferio dominante (comúnmente el izquierdo). Existen en la corteza dos zonas definidas de localización del lenguaje: una zona de comprensión del lenguaje, en la primera circunvolución ascendente del lóbulo temporal (área de Wernicke), y una zona motora de localización frontal (área de Broca).
Cuando la alteración del lenguaje está causada por lesión de cualquiera de estas zonas corticales, se habla propiamente de afasia o disfasia, según sea la intensidad del trastorno. La afasia implica una incapacidad total para el lenguaje, mientras que el término disfasia engloba todas las situaciones intermedias. Según sea la localización de la lesión en un área u otra, por la exploración clínica pueden distinguirse dos tipos de disfasia. La disfasia sensorial o de Wernicke ocurre al lesionarse dicha zona en el lóbulo temporal y consiste fundamentalmente en un trastorno de la comprensión del lenguaje, en una pérdida de la capacidad de evocar los términos más complejos o de más reciente adquisición e igualmente implica la pérdida predominante de los lenguajes adquiridos después del materno o primario, que se conserva mejor frente a las lenguas secundarias adquiridas con posterioridad. En los casos más leves la disfasia consiste únicamente en la confusión o el intercambio de sílabas en la comunicación de un término (parafasias). Por el contrario, el lenguaje suele ser globalmente profuso y elocuente, en un intento de suplir con explicaciones la incapacidad de evocar términos concretos, conceptos o significados más específicos.
Los trastornos disfásicos nos indican con bastante seguridad la localización de la lesión cerebral responsable, en la mayoría de los casos en el hemisferio izquierdo. El área de Broca se localiza en el tercio posterior de la circunvolución frontal inferior y se encarga de la función motora de producción del lenguaje. El área de Wernicke está localizada en el tercio posterior de la circunvolución temporal superior y se encarga de la comprensión del lenguaje, estando ambas áreas interconectadas. Las lesiones de las diferentes áreas o de sus conexiones tendrán como resultado los diferentes tipos de disfasia (Tabla 1).
Las causas de las disfasias no se conocen en la actualidad. Numerosos estudios hablan de múltiples factores que estarían interviniendo en el proceso del desarrollo del trastorno, pero éstos, no siempre están presentes. Estas posibles causas se relacionan con: Deficiencias auditivas: Los problemas auditivos en la primera infancia causan déficits en el desarrollo del lenguaje y la comunicación. Si a edades muy tempranas el bebé no puede percibir con nitidez los sonidos de su entorno el desarrollo de sus capacidades lingüísticas se verá seriamente afectado. Déficits cognitivos: Las limitaciones en las capacidades intelectuales van asociadas a dificultades en la adquisición del lenguaje. Los niños que son diagnosticados de deficiencia mental van a mostrar serias dificultades
–dependiendo del grado de retraso– en la adquisición del lenguaje y las habilidades de comunicación. Déficits motores: En el caso de niños que tienen dificultades únicamente en la expresión o producción del lenguaje, se pueden estudiar posibles problemas en la coordinación y control muscular de la producción del habla. Alteraciones en el desarrollo social y emocional: La privación de las adecuadas relaciones sociales y emocionales que un bebé debe tener para su desarrollo en la primera etapa de su vida puede ser la causa de un déficit en sus habilidades de comunicación. Alteraciones del Sistema Nervioso: Uno de los factores que ha mostrado mayor relevancia en los estudios de las Disfasias son las alteraciones del sistema nervioso. Los retrasos en la madurez cerebral se han planteado, al respecto, como la posible causa de los retrasos en el desarrollo del lenguaje infantil.
Agranowitz encuentra alteraciones difusas en el hemisferio cerebral izquierdo asociadas a cuadros como prematuridad, incompatibilidades de grupos sanguíneos, complicaciones del parto, diversos desórdenes glandulares, epilepsia, etc.
Con la disfasia se dificulta el análisis que debe hacer el cerebro para ordenar tanto la secuencia de los fonemas y sílabas que forman las palabras, como la formación de las oraciones y también la capacidad de seleccionar los fonemas adecuados para formar una palabra, por lo tanto insistir en repetirle insistentemente las palabras sin que el niño logre concientizar los movimientos que debe producir, resulta inútil. La capacidad de análisis y síntesis, fundamental para codificar y decodificar un mensaje, así como para lograr la generalización, está muy perturbada, es decir cuando aprende algo, no logra aplicar el mismo aprendizaje a otra situación semejante, es por eso que es tan importante trabajar sobre los procesos.
Otra gran dificultad es la abstracción, y eso incluye la comprensión de conceptos, que no tiene nada que ver con la falta de inteligencia.
A continuación enumeraremos algunas de las causas que se conocen más específicamente:
1. Alteraciones cromosómicas (Síndrome de Down, X-Frágil).
2. Factores genéticos. Se apoyan fundamentalmente en los resultados obtenidos en el The San Diego Longitudinal Study en donde se puso en evidencia que entre los niños con disfasias del desarrollo existían antecedentes familiares de trastornos del lenguaje en un 70%.
3. La presencia de déficits en la integración sensorias biaural a respuestas evocadas. Esta hipótesis etiopatogénica ha desencadenado polémica: Para AKSHOOMOFF (1991) no existen anomalías en los potenciales evocados; para RAPIN (1982) las alteraciones sólo estarían presentes en las disfasias del desarrollo, aunque no el autismo y, finalmente, para DÍAZ ATIENZA, J, (1999) estarían presentes tanto en las disfasias del desarrollo como en el autismo.
4. También se han alegado anomalías en el procesamiento interhemisférico.
5. Presencia de actividad paroxística temporal.
6. Atetosis.
7. Déficits mielínicos.
A pesar de no conocer, en la mayoría de los casos, la causa que originó el trastorno del lenguaje, sí es posible realizar la intervención adecuada para que el niño desarrolle sus habilidades lingüísticas con normalidad y paliar las consecuencias negativas que este trastorno puede conllevar en otras áreas.
ASPECTOS DEL DESARROLLO LINGÜÍSTICO EN LA DISFASIA
Fonología: No tiene por qué darse alteración del desarrollo, sino mayor lentitud o retraso en la evolución lingüística normal.
Sintaxis: Dificultad de repetir o imitar frases de su habla espontánea, pudiendo hacerlo mejor con frases no habituales a su lenguaje. Problema por tanto, de significación en el procesamiento lingüístico.
Semántica: Evolución similar a los de evolución “normal”, pero con gran retraso.
Pragmática: Dificultad comunicativa, pero no deficiencia.
De acuerdo al grado de severidad el niño puede presentar las siguientes conductas:
- Se mantiene aislado, desconectado
- Parece que no escuchara.
- Carece de lenguaje o repite sin comprender.
- Tiene muy poca atención.
- Se descontrola cuando no logra algo.
- Se fascina frente al espejo.
- No fija la mirada.
- Persiste en un mismo juego, juguete o interés.
- Tiende a repetir acciones.
Manifestaciones.
La disfasia suele asociar los siguientes síntomas:
EXPRESIÓN
• Intencionalidad comunicativa pobre y grandes dificultades para adaptarse al interlocutor.
• Graves problemas en los aspectos funcionales del lenguaje; predominio de la función instrumental y reguladora.
• Expresión muy baja, casi nula o constituida por emisiones que pueden ir desde la palabra-frase hasta la expresión telegráfica.
• Las frases o palabras se dicen en el orden impuesto por el pensamiento que lo suscita. En algunos casos la expresión se reduce a jerga.
• Agramatismo: dificultades variables en la estructuración sintáctica.
• Dificultad para manejar pronombres personales más allá de los 4 años.
• Ausencia total de partículas de relación (preposiciones, etc.).
• Empleo persistente del verbo en forma atemporal: infinitivos y perífrasis verbales.
• Aunque los órganos de fonación son normales, manifiestan distorsión y reducción del sistema consonántico"
• Dificultad en la emisión de palabras; aunque pueden articular sonidos aislados, fracasan en la unión de los mismos.
• Uso poco frecuente de la coordinación y ausencia o empleo incorrecto de la subordinación.
• Escasa utilización de los posesivos.
• El uso de los plurales está deformado u omitido, así como el de los nexos.
• Utilización de un vocabulario reducido, impreciso. Desconocimiento del nombre de muchos objetos, incluso los de uso común.
• Alteración de la estructura lógica de la frase.
• Dificultades en la escritura, fundamentalmente en ortografía y redacción.
COMPRENSIÓN
• Después de los seis años presentan una escasa comprensión de nociones abstractas espaciales, temporales y con respecto a las propiedades y uso de las cosas.
• Tienen grandes dificultades para sintetizar una historia contada previamente y para organizar el discurso.
• Dificultades en el aprendizaje de la lectura.
• Grave alteración de la comprensión pudiéndose observar conductas ecolálicas.
• Pueden llegar a la sordera verbal.
• Reacción positiva a gestos.
• Dificultad para repetir y recordar enunciados largos.
• Problemas de evocación: expresiones interrumpidas con sustituciones de palabras, uso de perífrasis y muletillas.
• Nivel de imitación provocada: en las pruebas de repetición se observa gran dificultad para reproducir más de dos sílabas sin significado y se manifiestan incapaces de repetir frases. Aunque no hay déficit auditivo, parece que existe una alteración en la percepción audioverbal y en la retención auditiva de las frases.
SÍNTOMAS DE ACOMPAÑAMIENTO
Entre los síntomas no lingüísticos cabría destacar:
• Dificultades significativas en el campo de la estructuración espacial y temporal.
• Trastornos del ritmo y algunas dificultades psicomotoras.
• Trastornos psicoafectivos.
• Retraso en el razonamiento lógico y escaso desarrollo de la capacidad de abstracción.
• Dificultades en la estructuración espacial, trastornos en el ritmo y dificultades psicomotrices, repercutiendo esas dificultades en un retraso en los
aprendizajes básicos, en su equilibrio afectivo emocional, baja estima y ansiedad situacional varias, si como consecuencia de sus dificultades se produce un fracaso en sus aprendizajes escolares, este traerá consecuencias personales, familiares y de relación.
• Problemas en la memoria secuencial de estímulos visuales, auditivos y de acontecimientos.
• Trastornos de tipo perceptivo: integración auditiva fonética.
• Dificultades a la hora de responder correctamente al cambio de consigna, probablemente debido a perseveraciones de las imágenes auditivas.
• Falta de programación en su actividad lúdica (juego simbólico).
• Alteraciones de la conducta social y afectiva, con rasgos de ansiedad.
• Dificultades en el desarrollo cognitivo: relación pensamiento/lenguaje.
• Graves dificultades para el aprendizaje de la lecto-escritura.
Tipos de disfasia
Existen tres tipos conocidos de disfasia, los cuales son mencionados a continuación.
Disfasia motriz o expresiva. Se caracteriza por inteligencia, audición y comprensión del lenguaje dentro de límites normales, no presenta alteraciones en la interacción social, órganos articuladores intactos. Incapacidad para imitar palabras, incapacidad o capacidad limitada para imitar fonemas y por la existencia de lenguaje espontáneo o ser este muy pobre. Las disfasias expresivas se caracterizan porque el niño presenta un lenguaje expresivo por debajo de lo normal teniendo en cuenta su edad. Esto se manifiesta en un vocabulario reducido, errores en tiempos verbales que ya debería haber adquirido, dificultades para nombrar las cosas, falta de fluidez verbal, emisiones verbales demasiado cortas y un ritmo de lenguaje expresivo inadecuado.
A diferencia del Trastorno mixto del lenguaje, el niño con un disfasia expresiva comprende lo que otros le dicen de forma adecuada teniendo en cuenta su edad y desarrollo.
Las disfasias expresivas no van a suponer invariablemente un retraso de la capacidad intelectual del niño. Es decir, un niño con un problema de disfasia expresiva no tiene por qué tener unas capacidades intelectuales inferiores a lo normal.
Las dificultades de expresión de lenguaje pueden variar desde el casi mutismo del niño hasta pequeños problemas y errores no adecuados a su edad. La gravedad del trastorno va a determinar el pronóstico del mismo. En casos leves, el niño puede llegar a superar el trastorno sin intervención, sin embargo, en los casos más graves las dificultades con el lenguaje pueden persistir muchos años y repercutir en otras áreas y habilidades como la lectura, escritura y el rendimiento escolar.
Las dificultades de comunicación que acarrean las disfasias expresivas pueden tener consecuencias negativas en las relaciones sociales que el niño trate de establecer de forma temprana. Además, suelen ir asociados problemas de
comportamiento debido a la dificultad que tienen para expresar sus deseos y retrasos en el aprendizaje.
Generalmente la disfasia expresiva comienza a ser evidente a partir de los dos años de edad, pero el diagnóstico no suele ser anterior a los tres años. En estos casos, es importante realizar un diagnóstico adecuado a la edad más temprana posible para poder realizar la intervención lo antes posible y atenuar así, las consecuencias negativas que este trastorno tiene en la vida del niño.
Disfasia comprensiva o receptiva. También conocida como "sordera verbal". Los pacientes tienen un C.I. normal o con ligero retraso, audición normal o ligeramente defectuosa, sin lesión adquirida demostrable, sin problemas en los órganos, sin problemas emocionales, sin dificultades de audición excepto para el procesamiento auditivo necesario para el lenguaje. No entienden el significado de las palabras, ni de las estructuras gramaticales. Tienen Alteraciones en la comprensión de los signos del lenguaje pero comprenden otros sonidos, tienen también alteraciones en la expresión del lenguaje. Pueden aprender a hablar y muchas veces cuando es muy severo el trastorno lo hacen por lectura labial como los sordos. Niños que generalmente no llegan a aprender a leer. Un grado mayor es la disfasia severa o sordera central. El niño no distingue ni las palabras ni pueden expresarlas ni diferenciar los sonidos. Algunos pueden llegar a diferenciar sonidos aunque desde el punto de vista verbal muchas veces no llegue a captar ninguna palabra y en consecuencia no logran hablar.
Disfasia mixta. Consisten en trastornos del lenguaje graves donde el niño va a tener dificultades tanto en la producción como en la comprensión del lenguaje, es decir, su capacidad para comprender y expresar el lenguaje están por debajo de lo normal teniendo en cuenta su edad y desarrollo en el resto de las áreas.
Estas dificultades se van a manifestar en:
Déficits expresivos:
Déficits comprensivos:
vocabulario reducido.
errores en tiempos verbales.
oraciones de corta longitud.
oraciones excesivamente simples.
entonación extraña del lenguaje.
dificultad para comprender oraciones.
dificultad para comprender palabras.
indiferencia ante diferentes entonaciones.
dificultad para la comprensión gramatical.
La gravedad de los trastornos mixtos del lenguaje puede variar ampliamente, aunque siempre van a ser más grave que las disfasias expresivas. El pronóstico dependerá del grado de afectación del lenguaje, en los casos más graves las dificultades en la comunicación van a persistir a lo largo de la vida del niño.
En los casos en que las dificultades con el lenguaje persistan a lo largo del desarrollo del niño, éstas van a incidir en el desarrollo de otras áreas importantes. Es frecuente que presenten dificultades de atención, hiperactividad y retrasos en el aprendizaje. Además, la falta de habilidades comunicativas van a mermar las relaciones sociales dificultando la interacción con las personas de su entorno.
En general, los niños con dificultades expresivas y receptivas del lenguaje van a tener limitaciones para entender el mundo que les rodea, así como para expresar sus deseos y peticiones. Por ello, en los casos graves pueden presentarse problemas de comportamiento, e incluso, agresividad.
Las disfasias mixtas van a ser evidentes a partir de los dos años del niño, pero, al igual que para las disfasias expresivas, el diagnóstico no suele realizarse antes de los tres años. Las intervenciones precoces y el apoyo educativo necesario van a paliar las consecuencias negativas que este trastorno puede causar en el desarrollo del niño.
Otra clasificación de las disfasias se puede realizar de acuerdo al elemento más afectado. Basada en la clasificación de Rapil y Allen, 1983.
Déficit fonológico-sintáctico; son niños con mejor comprensión que expresión, aunque también presentan dificultad en entender enunciados largos y complejos, ambiguos, fuera de contexto o expresados con cierta rapidez. En cuanto a la expresión, destacan las dificultades de articulación y fluidez, así como la utilización de nexos y de un adecuado nivel morfológico.
Déficit léxico-sintáctico; las dificultades en este déficit se producen principalmente en la evocación ya que tienen grandes problemas para encontrar palabras. Les cuesta enormemente comprender frases enteras, no tanto palabras aisladas. En cuanto a la pronunciación, la expresión no está excesivamente alterada. La morfología está afectada, es inmadura para la edad cronológica, y tienen dificultades para mantener un orden temporal en la frase.
Déficit semántico-programático; se posee un lenguaje fluido y una adecuada pronunciación con frases bien estructuradas sintácticamente. El desarrollo inicial del lenguaje puede estar dentro de los límites normales.
Destaca negativamente su falta de ajuste al entorno interactivo, es decir que está afectado sobre todo el uso del lenguaje. Tienen dificultades de comprensión de los enunciados verbales, suelen haber perseveraciones y pueden utilizarse frases hechas.
TRATAMIENTO DE LAS DISFASIAS
Las intervenciones precoces y el apoyo educativo necesario van a paliar las consecuencias negativas que este trastorno puede causar en el desarrollo del niño.
Generalmente la disfasia expresiva comienza a ser evidente a partir de los dos años de edad, pero el diagnóstico no suele ser anterior a los tres años. Para que el tratamiento sea exitoso tiene que comenzar cuanto antes, idealmente antes de los dos años. En estos casos, es importante realizar un diagnóstico adecuado a la edad más temprana posible para poder realizar la intervención y atenuar así, las consecuencias negativas que este trastorno tiene en la vida del niño.
Pese a que aún no haya un diagnóstico claro, se debe iniciar la terapia apenas se sospeche de algún trastorno o alteración. La evolución de la disfasia es lenta, entonces pueden pasar años y si no hay un tratamiento oportuno el cuadro se complica y cada vez el pronóstico va a ser menos optimista para el futuro del niño. Si no es tratado, las dificultades se acentuarán y el pronóstico empeorará. Así es que mientras más precozmente se inicia el tratamiento, mejor. Por eso es fundamental observar desde los primeros meses de vida a los lactantes que presentan algunas conductas que pueden ser sospechosas. Por ejemplo, si a los ocho o nueve meses no establece relaciones recíprocas de goce, en que llega la mamá y se nota que se pone contento.
Si la disfasia no se trata oportunamente puede comprometer otras áreas del lenguaje, la pronunciación, e incluso llegar a afectar la capacidad del niño para desarrollar relaciones con otras personas. Para lograr que el tratamiento sea exitoso, el compromiso de la familia es fundamental. Todos deben colaborar en la terapia, y deben tener muy claro que puede durar años ya que la evolución de la disfasia es muy lenta. Los padres no pueden entregar a los profesionales la responsabilidad de que el niño salga adelante, ellos también son parte relevante en la recuperación, porque el trabajo en la casa es tanto o más importante que el que se realice con los especialistas.
Para conseguir una mayor eficacia se utilizarán técnicas que aconsejarán a los padres para que apoyen el aprendizaje en las actividades cotidianas del niño. La participación de los padres es fundamental en el proceso ya que son los que podrán llevar al día a día las habilidades aprendidas en las sesiones terapéuticas.
A pesar de no conocer, en la mayoría de los casos, la causa que originó el trastorno del lenguaje, sí es posible realizar la intervención adecuada para que el niño desarrolle sus habilidades lingüísticas con normalidad y disminuir las consecuencias negativas que este trastorno puede conllevar en otras áreas.
En el tratamiento psicológico de los Trastornos del lenguaje expresivo o mixto (disfasias) va a incidir en la interacción del niño con su entorno más que en los aspectos lingüísticos aislados. Desde este punto de vista, se concibe el lenguaje como un medio de comunicación que el niño debe aprender a utilizar. La base de toda la intervención, por tanto, va a ser la participación, motivación y estimulación del niño para que se creen las condiciones propicias para que el habla se produzca.
El tratamiento va a consistir en un programa individualizado, realizado a partir de una evaluación completa que se le realiza al niño en las primeras sesiones. Dependiendo del nivel de lenguaje que posea ya el niño se deben establecer objetivos a conseguir y el programa específico para ello. En líneas generales, un programa de lenguaje puede incluir:
Programa pre- verbal
Se lleva a cabo cuando el niño tiene un nivel muy bajo de lenguaje. Consiste en que el niño aprenda a comunicarse con los otros mediante sonidos, gestos o dibujos. El objetivo es que el niño aprenda que se puede comunicar y cuál es la utilidad de hacerlo, es decir, que sienta la necesidad de comunicarse.
Etapa de encauzamiento conductual
Esta etapa de encauzamiento conductual, es el inicio de algunos programas de atención y está dirigido a que el niño logre seguir indicaciones, que son necesarias en todas las terapias que reciben. No se puede entregar a un menor a un especialista que le va a “enseñar a hablar” si el niño no es capaz de entender, ni menos de seguir instrucciones. Gran cantidad de padres pierden un valioso tiempo y recursos que no logran resultados y son muchos los menores que reaccionan con temor ante los profesionales. Solo profesionales con gran paciencia y más aún experiencia, logran grandes avances en periodos cortos de tiempo, como puede ser, cercano al primer trimestre de atención intensiva (2 a 3 veces por semana, depende de la edad y dificultades que presenta el niño).
Una de las problemáticas que debe tratarse primeramente, es la dificultad en adquirir conductas o normas sociales. Es decir todo lo que los demás niños aprenden solos, en estos niños debe ser enseñado:
Comunicarse sin pataletas, Saludar y despedirse, respetar turnos, vestirse o andar con ropa o zapatos, evitar situaciones de riesgo, comer de todo, dejar la mamadera, ir al baño; sentarse en el baño; seguir indicaciones,realizar actividades indicadas, respetar horarios, interiorizar tiempos (mañana,hoy). Integrar el “yo” y no hablar en 3ª persona, etc.
En gran cantidad de niños con disfasia se observan dificultades sensoriales y/o psicomotrices, por lo cual se debe seguir con tratamiento
específico a pesar de que el menor haya adquirido un comportamiento conductual más acorde a su edad cronológica.
TRATAMIENTO ESPECÍFICO DE LENGUAJE Una vez que el menor logra incorporar las conductas necesarias y acordes a su edad cronológica, puede iniciar la terapia específica para mejorar su lenguaje, ingresando a un grupo de tratamiento donde con otro menor de edad, escolaridad y condición similar recibirán la atención especializada necesaria para ir superando sus dificultades en las diferentes áreas del lenguaje y comunicación como son: Expresión oral: Adquirir lenguaje espontáneo Realizar imitación verbal Repetir palabras Nominar elementos Comprensión Oral: Responder a su nombre Comprende instrucciones Ejecutar órdenes Responder a preguntas
Nivel Pragmático Mantener contacto visual
Escuchar órdenes Capacidad de interactuar
PARTICIPACIÓN EN ACTIVIDADES GRUPALES
La experiencia ha mostrado que es muy importante para el niño participar en grupos ya que parte de sus aprendizajes los hace por imitación, el compartir con sus iguales, tomar turnos, respetar espacios de los demás, etc., por lo cual es recomendable que siempre estén insertados en la educación regular, ya sea en un jardín infantil o escuela de lenguaje. Es recomendable la incorporación del menor a algún tipo de actividad recreativa grupal, donde se vea obligado a compartir con otros menores y además deba seguir indicaciones de un guía, monitor o profesor. Algún deporte en equipo o natación o taller de teatro o similar, puede ser de gran ayuda.
Los niños ingresados a programas de intervención deben tener las condiciones necesarias para poder compartir, se les debe dar la oportunidad de trabajar con uno o dos compañeros con dificultades y edad similares.
ESTRATEGIAS GENERALES DE INTERVENCIÓN
La disfasia es superable, en un ambiente propicio y con metodologías adecuadas, que involucren al niño o niña en su totalidad. Se debe procurar darle las herramientas básicas de la comunicación (antes de una pronunciación perfecta, que llegará con el tiempo) y no olvidar, que se tiene “un/a disfásico/a”, sino “un/a niño/a con disfasia” que es ante todo un/a niño/a, y que como tal, aprende a través del juego, con sus propios tiempos y diferencias individuales, y sobre todo, envuelto en una atmósfera de amor, comprensión y aceptación. Un niño/a con unas dificultades que el resto de sus compañeros no tienen y hay que ayudarle a que éstas vayan desapareciendo progresivamente, pero debe hacerse sin apartar al niño/a del grupo. Para ello, se pueden utilizar varias estrategias de intervención que se clasifican en:
Programa de habilidades básicas: primeras palabras
Cuando el niño comienza a adquirir las primeras palabras comenzaremos a enseñarle a combinarlas para que empiece a formar sus primeras frases. Lo idóneo es utilizar las actividades diarias como la ducha, la comida o el juego para realizar este aprendizaje ya que es donde el lenguaje se produce con mayor facilidad. Paralelamente a este trabajo en el ambiente natural del niño se trabajarán aspectos más concretos en las sesiones con situaciones más estructuradas o predefinidas que vayan en la línea de incidir en los aspectos de mayor dificultad.
MÉTODOS DE TRATAMIENTO DEL LENGUAJE
Consisten en la recepción e interpretación de los sonidos, que son el elemento principal para el desarrollo de palabras y oraciones:
Método fonético: Se utiliza cuando hay dificultad en la percepción del habla. Los distintos modelos son:
- Discriminación auditiva de los sonidos: Sirenas, palmas, pitos, etc.
- Mecánica articulatoria: Podemos trabajar primero sin sonido y luego con sonido.
- Imitación de sonidos del habla: Se trabajará el punto de articulación de los fonemas. Es conveniente que la mano se sitúe en la tráquea, la faringe y la laringe para notar la vibración.
- Práctica de sonidos en conversación: Se utiliza para fomentar el diálogo espontáneo. Se puede hacer a través de cuentos y láminas.
Método sintáctico: Se basa en la coordinación y unión de palabras para formar oraciones y expresar conceptos. Los pasos a seguir serán los siguientes:
1. Sujeto + verbo
2. Sujeto + verbo + complementos
3. Sujeto + verbo + Complemento directo
4. Sujeto + verbo + Complemento Indirecto
5. Sujeto + verbo + Complemento Circunstancial
6. Sujeto + verbo + Complemento Directo + Complemento Indirecto + Complemento Circunstancial.
Método semántico: Su base reside en los contenidos del lenguaje y están ligados al desarrollo cognoscitivo. Los ejercicios a realizar serán aquellos que van encaminados a la comprensión de conceptos. Los conceptos se deberán trabajar con objetos próximos y cercanos al niño.
ESTRATEGIAS INDIRECTAS:
Ejercicios de discriminación auditiva: Por ejemplo, a partir de una grabación de distintos sonidos cotidianos que pueden resultarle al niño/a familiares (timbre, sirena, claxon, sonido del teléfono, de un cristal cuando se rompe,…) jugar a acertar a que corresponde cada uno e identificar en que situaciones podemos escucharlos.
Ejercicios de discriminación auditiva con coordinación gestual: Por ejemplo mientras los niños/as andan sin rumbo fijo por el aula mientras escuchan las palmas del maestro, ir dardo premisas u órdenes de realizar un movimiento corporal o gesto determinado cuando oigan un sonido en concreto.
· Ejercicios buco-faciales: Se les puede presentar como “gimnasia con la boca” indicándoles movimientos y pautas como:
-abrir y cerrar la boca
-soplar para “inflar un globo”
-mover la lengua en distintas direcciones y posiciones (arriba, derecha, fuera, tocando los dientes superiores, el paladar,…) Aquí
se puede trabajar también, los conceptos de posición y algunos nombres de las partes de la boca.
ESTRATEGIAS DIRECTAS:
Ejercicios para organizar la función sintáctica y el campo semántico a través de láminas, imágenes y viñetas: A partir de ilustraciones o dibujos jugar a relacionar unos conceptos con otros que tengan relación con él (a partir de la ilustración de un árbol, relacionarlo con un bosque).
Ejercicios facilitadores de la comunicación, mediante dibujos y la utilización de gestos: Observando una lámina que contenga una imagen o paisaje pedir a los niños/as que cuenten una historia que tenga relación con lo que se ve en la ilustración. Puede ser algo que ellos recuerden que les ha pasado en un lugar así. (Si el paisaje es de una playa, que cuenten que hacen cuando ellos van a la playa). Con ello se consigue, también, fomentar la imaginación y la creatividad, a la vez que trabajar la memoria.
Ejercicios para facilitar el aspecto expresivo del lenguaje oral: Proponer a los niños/as contar un cuento oralmente y entre todos, aportando un poco de la historia cada uno. Empezará el educador y seguirán ellos de uno en uno y siguiendo un orden. Esta actividad será útil para introducir y trabajar el concepto de cooperación y colaboración con los demás.
Ejercicios morfosintácticos, desde palabras y frases sencillas hasta otras más complejas. Ej. Presentar al niño/a dos palabras y pedir que forme una frase en la que aparezcan ambas. Progresivamente, aumentar el número de palabras para que la frase adquiera, poco a poco, una cierta complejidad.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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ENLACES CON PÁGINAS WEB
http://www.psicopedagogia.com/disfasia http://ceril.cl/Disfasia.htm http://www.espaciologopedico.com

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